El fin último de cualquier sistema
educativo es educar a la persona para vivir en sociedad, de forma
crítica y creativa. Si deseamos una formación integral debemos
valorar la importancia de la música en el proceso formativo, no solo
por sus cualidades intrínsecas, sino por las capacidades que
desarrolla en el individuo a nivel general. La música tiene la
capacidad de influir en el individuo en todos los niveles: biológico,
fisiológico, psicológico, intelectual, social y espiritual.
Psicológicamente, puede despertar,
evocar, estimular, desarrollar, afianzar… diversas emociones y
sentimientos. Es una fuente de placer. Puede traer a la memoria
olores, colores… modificar el estado de ánimo y su percepción del
espacio y del tiempo. La música suscita el placer estético y mueve
a la reflexión, incita y favorece la expresión de uno mismo e
induce a la colaboración intergrupal y entendimiento cultural.
Intelectualmente, desarrolla la
capacidad de atención y favorece la imaginación y capacidad
creadora. Estimula la habilidad de concentración y la memoria a
corto y largo plazo, desarrolla el sentido del orden y el análisis.
Facilita el aprendizaje y ejercita la inteligencia, ya que favorece
el uso de varios razonamientos al mismo tiempo.
Terapéuticamente, la música abre
canales de expresión y canaliza emociones y sentimientos. Se emplea
como tratamiento en dolencias, estados de ansiedad, depresión,
estrés, alteraciones del sueño, rehabilitación de pacientes
psicóticos, niños autistas, dificultades del aprendizaje,
trastornos del comportamiento, etc.
Hoy en día, estamos en condiciones de poder afirmar que la música es una acción educativa que ejercida sobre el
individuo colabora en su desarrollo general porque:
- Ayuda al desarrollo auditivo.
- Colabora a ordenar el sistema psicomotriz.
- Favorece el desarrollo de la capacidad de expresión.
- Favorece el desarrollo del lenguaje
- Aumenta el vocabulario.
- Favorece y desarrolla la articulación y vocalización de las palabras.
- La práctica musical ayuda a que se crean lazos afectivos y de cooperación.
- Desarrolla la sensibilidad estética y el buen gusto.
- Etc.
No olvidemos además que una de las características que nos
diferencian a los seres humanos de otros seres vivos es que, somos por naturaleza, seres musicales.